Desde hace varios años, las organizaciones se esfuerzan constantemente por actualizarse constantemente con la innovación tecnológica. La pandemia aceleró considerablemente el ritmo de dicha actualización debido a los cambios en las rutinas y actividades básicas, desde los métodos de compra hasta el estilo de trabajo. Este vendría a ser el proceso de digitalización, donde se busca permitir que el negocio tenga continuidad y permanecer en el rubro. Por otro lado, aparece la transformación digital, que viene a ser la construcción de una ventaja competitiva real y a largo plazo para conseguir el éxito.

El invertir en digitalización ha generado cierta preocupación porque aspectos de alta relevancia cómo la toma de decisiones importantes para ser diferenciales se ha visto afectada. Las demandas luego de la pandemia demandarán un replanteamiento total de las formas y contenidos laborales. Para darle un valor real a la organización es importante que primero den un paso atrás y replanteen las formas de generar dicho valor. Para ello, se tiene que repensar nuevos modelos, dando forma a su propio futuro y reconociendo los cambios del mundo global, encontrando un propósito tácito en este. Básicamente es cuestionarse la razón de estar aquí, y cuál es el valor único y diferencial para los clientes.

Empresas cómo Philips, Komatsu y Microsoft han realizado un proceso de transformación digital desde antes de la pandemia, haciendo un cambio en el mismo modelo de negocios para evolucionar hacia las nuevas demandas, lo cual les permitió realizar una transición y continuidad más llevadera frente a la crisis sanitaria. Para ello, fue necesario una reorganización radical en torno a los equipos que conforman la compañía, y así obtener niveles históricos en la velocidad de respuesta con los clientes. 

Según lo observado, las organizaciones deben:

• Re imaginar su lugar en el mundo: Redefinir los objetivos y utilizar la tecnología cómo un medio para poder cumplirlos de manera efectiva con un diferencial. Todo ello ejecutado desde una nueva visión en la generación de valor de la misma empresa.
•  Crear valor por medio de los ecosistemas: Es fundamental el poder reconocer el trabajo conjunto de diversos actores involucrados para la generación de valor que buscan los clientes, en conjunto a un liderazgo audaz, estando preparados para poder renunciar a las fuentes tradicionales de ingresos corporativos, y atender a las necesidades fundamentales del cliente.
• Volver a imaginar la organización: Es preferible cambiar el modelo de creación de valor en lugar de adaptar los modos de trabajo dentro de las limitaciones del modelo tradicional, de manera conjunta con todos los miembros de la organización, y así ofrecer las capacidades diferenciadoras para tener éxito.

Las preguntas que pueden surgir luego son principalmente sobre cada cuánto tiempo deben ejecutar estos cambios y que tan rápido podrían tener interrupciones sus negocios existentes. Es por ello que el proceso es complejo, pero necesario, ya que la transformación digital implica estar un paso adelante y liderar en la época digital.